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Primer contacto!

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Hola gentes!
Esta es la primera vez que tengo un blog, así que estoy aprendiendo a usarlo. Espero, salgan bien las cosas que vaya subiendo.
Voy a subir ahora varios textos juntos, para comenzar. Después, iré subiendo algo cada quince días, más o menos.

Pareja ideal

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Yo amo las artes plásticas, a ella no le molesta acompañarme a los museos. A ella le encanta la poesía, yo tengo descuento en las librerías con mi tarjeta de crédito. Ella me quiere, yo no la hago sufrir. 
Jamás hacemos el amor.

Mamá no respeta mi espacio físico

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Mamá no respeta mi espacio físico. Entra a mi habitación sin golpear, hace oídos sordos a mis protestas. Ordena a su gusto, va poniendo las cosas en bolsas rotuladas. No la entiendo. Se lo digo. Sigue sin oírme. Tira a la basura mis frascos de colección. Tira el de pelusas, tira el de mocos, tira el de uñas. Dice qué asco.
Mamá no respeta mi espacio físico. No sé qué más hacer para que sepa que ya no soy un niño. Pasa a través de mí y arroja a la basura aquella soga con la que hace dos días me colgué del cuello.



(De paso, comparto una alegría: hace unos días, me enteré que este texto fue seleccionado finalista en el "I Concurso Micros en el Micro" (http://cuentoschaparros.blogspot.com/2011/10/ganador-i-concurso-de-micros-en-el.html) y va a formar parte de una antología del concurso!!!)

En la casa del herrero

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Los cuchillos no eran de palo pero sí de plástico, de cotillón. Y no por dar la contra ni por seguir al pie de la letra el refrán, sino por la manía de uno de los niños, que ya había destripado un sapo, dos perros y a una tía abuela que había ido de visita.

No juega nadie más

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Cuando él llegaba al borde de la cancha, sus compañeros gritaban, sin mirarlo, Estamos justos, no juega nadie más. Cuando volvía del recreo, se hacía el silencio. Cuando sus compañeros estaban aburridos, le tiraban papelitos, piedritas o coscachos limpios.
Pero un día llegó tarde, para asegurarse de que estuvieran todos. Como siempre, cundió el silencio de grandes carcajadas y comenzó el rumor de risitas solapadas. Entonces, él les mostró la boca y les gritó. Les gritó muy fuerte con la boca del arma que blandía sin temblor No juega nadie más.

Primer encuentro

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Tal como acordamos, nos encontramos en la esquina de Sargento Cabral y Alfonsina Storni. Yo tengo mis motivos para hacerlo, ella tendrá los suyos. Casi no dudamos en reconocernos -es la primera vez que nos vemos cara a cara. Yo la identifico por la flor roja sobre la oreja derecha, la misma que usa en todas las fotos que ha subido a su Facebook. Nos damos un beso y le pregunto si está lista. Ella cierra los ojos a modo de afirmación. El semáforo da verde. Nos arrojamos juntos, tomados de la mano, bajo el primer colectivo que pasa.

Héroe sádico

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Se acercó hasta el borde del precipicio, mucho más allá del límite indicado por el guía. Todos lo miraron, alguno le gritó que volviera, que no se arriesgara. Se arrojó sin inmutarse. 
Cuando no estaba salvando al mundo, Peter Parker se divertía a costa de los turistas que visitaban la ciudad.

La buena cocina

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Parece que no les gustó la cena porque me secuestraron en la cocina, me cortaron una mano y prepararon un guiso con mi propia carne. A punta de pistola, me obligaron a comerlo. 
Debo admitir que son buenos cocineros: al fin y al cabo terminé chupándome los dedos.

Jack

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Su sueño era hacerse el harakiri más perfecto jamás visto. Dedicó su vida a la práctica de las habilidades necesarias para lograrlo.

Hacerse grande

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Como había hecho de niño tantas veces, preparó el baño para su tía y se escondió para espiarla. Pero esta vez era diferente: él ya había cumplido los dieciocho años. No se ocultó afuera para mirar por la ventana. Se quedó adentro, tras la puerta del baño. 
Cuando la tía se desnudó y se sumergió en la espuma, él se abalanzó. Ella lo recibió con una sonrisa y le dijo al fin.

Unidos

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Todo lo hacen juntos. Trabajan en la misma oficina, van y vuelven en el mismo auto. Cuando llegan a casa, se bañan, cocinan, almuerzan, duermen la siesta, todo todo lo hacen a la par y muy pegaditos uno al otro. 
Un verano él se enamora perdidamente de la vecina. Ella, sin más remedio, lo acompaña a cortejarla y también en las primeras citas. Pero un día ya todo les resulta insoportable. 
Entonces, los siameses concurren al cirujano y le dicen que por fin se han decidido.

Aviso clasificado

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Niñera se busca. $1000. Sólo una noche. Requisitos: paciencia, fortaleza física, confidencialidad (excluyente) y templanza suficiente para enterrar niño muerto.

Edipo

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Lo dejaron en el monte Citerón, recién nacido y a su fortuna, condenándolo así a la muerte. 
Lo encontró un pastor y se compadeció de él, condenándolo así a la vida.

Presencia

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Como todos los días, fue el último en sentarse para almorzar. Como todos los días, se sentó en el lugar que tenía asignado: entre el padre y la hermana. Como todos los días, utilizó el cuchillo y el tenedor a modo de elementos de percusión. Sus padres y su hermana, una vez más, oyeron complacidos aquellos sonidos. Ninguno de los tres lo vio. Nadie dudó de su presencia.

Interés leonino

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En su primer día al frente del Ministerio de Educación, el Tuerto López se sienta frente al escritorio, cierra el ojo y hace un repaso mental de su carrera laboral. Se detiene especialmente en el primer año de docencia en escuelas primarias, en sus alumnos de aquel momento, en la afición de estos últimos por las hondas, en la puntería que tuvo uno de ellos para atinarle al rostro del docente inexperto. Cuando concluye el racconto, abre el ojo, enciende su computadora y redacta la Ordenanza 35, que impone para todas las escuelas de la provincia la cría obligatoria de cuervos.

Homenaje comprometido

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Estamos aplaudiendo hace diez minutos. No podemos parar, estamos obligados. Tenemos las palmas rojas pero seguimos. Ya van treinta minutos. Algunos están lastimados. Mas sabemos que el castigo a la desobediencia podría ser severo. Una hora. A todos nos sangran las manos. El agasajado toma el micrófono. Dice que no exageremos, que se nota. Seguimos aplaudiendo.

Túnel

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Yo me como la tierra. El lugar que habito debe conservarse impecable y no puedo permitir que nadie vea ni una pizca de polvo aquí. 
El doctor me dijo que tengo cálculos renales. Le conté la verdad. Me advirtió que si sigo así, en un año me van a reventar los riñones. 
Ese es mi tiempo. Esa es mi apuesta. En un año, mi destino dictará sentencia: libre o muerto.

Presencia

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No quiero cerrar los ojos. No quiero volver a verte.

Fugitivo

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- ¿Y por qué te buscan? 
- Por algo que sucedió hace unos años… Un asalto, en el que murió una persona. 
- ¿Te quieren ver preso? 
- No. Bajo tierra me quieren. 
- ¿Para tanto? ¿A quién mataste? 
- No maté a nadie. 
- ¿Entonces? 
- En aquel asalto, el muerto fui yo.

Los vampiros del Siglo XXI y el VIH

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Hallaron la cura contra la fotofobia, una mutación genética dejó atrás la alergia al ajo, el rostro de Cristo ya les resulta familiar y han generado en el pecho una costra dura que rechaza la estaca más firme. 
Sin embargo, se encuentran al borde de la extinción.
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